Llevo tiempo queriendo escribir sobre esto, pero ha ido y ha venido mucho el tema, pero ayer por fin se estrenó: ¡Ha vuelto el Grand Prix! Y si eres como yo, y este show marcó tus veranos, acompáñame por el camino de la memoria.
Veraneo en un pueblo de la Mariña Lucense, un lugar algo mágico en el que hay algunas noches de chimenea en pleno mes de agosto. Aún hoy con casi treinta y tres años, un marido, un bebé y una perra (y gracias al teletrabajo) paso mis veranos allí, rodeada de familia y amigos.
Según escribo esto me viene un recuerdo nítido de la casa de mis abuelos paternos y de mi abuelo descojonado viendo cómo los concursantes del Grand Prix huían de las vaquillas. También recuerdo los rizos rubios de mi amiga Nerea totalmente despeinados por no parar de reir en casa de mis abuelos maternos viendo como unos señores disfrazados de bolos chocaban contra una pelota. Y mi recuerdo más cercano es de cuando mi ahora marido se disfrazó, en un carnaval, con todos sus amigos (juraría que el año que nos conocimos) de las míticas manos musicales.
El grand prix está de vuelta. Este programa que nos mantuvo pegados a la pantalla durante las noches de verano en los 90, ha estado en el limbo de los rumores durante años. no sé si habéis leído Polo de limón y otros artículos veraniegos para leer a lametazos, de Iñigo Dominguez Gabiña (si no lo habéis hecho, deberíais) pero a mí la idea de este programa me transporta a el olor de la crema solar, el sonido de las risas familiares y la sensación única de cuando eras pequeño y te dejaban quedarte despierto más tarde de lo habitual en una noche de verano. Para muchos de nosotros, el Grand Prix no es solo un programa de televisión es una cápsula del tiempo que nos lleva de vuelta a una época más sencilla, y es esa nostalgia la que hace que el regreso del Grand Prix haya sido un éxito: 18 años después de su última emisión en TVE, las espectaculares cifras de un 26,1% de share que se traduce en 2.572.000 espectadores.
Pero… ¿A quién le damos las gracias? Está claro que en primer lugar a Ibai Llanos ya que nuestro querido creador de contenido y streamer, puso la conversación sobre la mesa charlando con Ramón García, el presentador original del programa y juntos anunciaron su intención de resucitar el programa en Twitch. Si bien es cierto finalmente ha sido RTVE quien ha recuperado el programa, eso sí con nuevas caras que acerquen al público más joven: la actriz Michelle Calvo y la creadora de contenido Cristinini se unen a Ramón García como presentadoras. Y aunque Ibai Llanos fue el catalizador de las conversaciones iniciales sobre el regreso del Grand Prix, su nombre brilla por su ausencia.
Eso sí, esto nos debe dejar claro que el poder de los creadores de contenido en la era digital es real. Ya que probablemente sin Ibai quien ha ayudado a revivir el interés en un programa de televisión tradicional, demostrando que los creadores de contenido pueden ser un puente entre la televisión tradicional y las nuevas formas de entretenimiento digital, no estaríamos hablando del éxito de la vuelta de este mítico show.
